Teatro

Autor: Dante Schettini


Obra para Teatro Breve (20-40 minutos)



Escena de plaza: Un par de bancos. Un farol. Quizás un árbol.
Entran tres personajes caminando en cuatro patas. Dan vueltas, olfateando.

UNO
– ¿Y ahora? ¿para dónde?

DOS
– A la derecha.

TRES
– ¡Pero cómo! ¿Ayer no era a la izquierda?

DOS
– Si, ayer. Pero lo cambian de lugar todos los días.

A lo lejos se escucha una música circense.

TRES (señalando un punto cualquiera)
– Allá, Allá.

UNO
– ¿Estás seguro?

DOS
– Vamos, apúrense.

Salen de escena.

Entran Cuatro y Cinco.

CUATRO (Entrando)
– Se terminó todo. Nos vamos.

CINCO
– Pero... ¿qué estás diciendo?

CUATRO
– Es hora de replegarse, como un caracol. Habitar nuestro caparazón, hasta que aclare... Tenemos que reagruparnos... preparar la ofensiva final.

CINCO
– Bajo el asfalto están los adoquines... bajo el adoquín está la arena...

CUATRO
– Y bajo la arena fiambres. Canelones de carne humana, rellenando el cinturón ecológico.

CINCO (Enumerando)
– Como un solo puño. La ofensiva final... ¿Qué hiciste todo este tiempo? ¿Dónde estuviste?

CUATRO
– Los tiempos cambiaron, ¿Sabés?. Tenemos que estar preparados para la nueva etapa. Esperar una coyuntura propicia.

CINCO
– La espera puede ser eterna. Las condiciones hay que crearlas...

CUATRO (sonríe escéptico)
– La ansiedad puede ser peligrosa.

CINCO:
– Y la paciencia una trampa.

Comienza a escucharse un rumor de muchedumbre.

CUATRO
– Maldita sea, Cinco, siempre fuiste un pelotudo, no entendés nada.

CINCO
– Entender... esa es tu perdición, la sangre no se interpreta... La muerte y el sufrimiento no son ideologías... La resignación no es más que un callejón sin salida que encierra una vida de mierda...

CUATRO
– Estás fuera de tiempo Cinco, el mundo cambió, nosotros cambiamos, y eso es lo único posible.

CINCO
– ¿Y quién habló de posibilidades? El deseo no es una posibilidad. Es una certeza que se afirma a cada instante.

El rumor se hace mucho más fuerte. Ahora hablan casi a los gritos.

CUATRO:
– ¿Para qué mierda viniste, Cinco? ¿Para qué?

CINCO:
– Porque no voy a dejar que tu mierda nos tape. Yo me quedo.

El rumor llega al estruendo.

APAGON.


Escena: una mesa y tres sillas.
Se enciende una luz focalizada sobre el rostro de Seis atado a una silla.
De fondo un oficio religioso.

SEIS (Grita desaforadamente)
– No, no... Ahhhh

Siete corta fotos sobre una mesa. Se detiene.

SEIS
– Dicen que un asteroide va a chocar con la tierra.

SIETE
– ¿¡Quién dice!?

SEIS
– Una enorme nube de humo lo va a cubrir todo...

Siete corta la foto. Seis Grita.

SEIS
– Dicen que lo mismo le pasó a los dinosaurios.

SIETE (Caminando alrededor de la mesa)
– Dicen, dicen, dicen... ¿Quién mierda lo dice?

Agarra otra foto.

SEIS:
– ¡Noooo...!

Cesa el oficio religioso.

Entra Ocho.

OCHO
– ¿Me llamó señor?.

SIETE
– Si. Quiero que confisque y queme todos los plumeros.

OCHO
– ¿Fecha de inicio de las operaciones, Señor?

SIETE
– ¡Ya mismo!

OCHO
– ¿Llevo al cordero señor?

SIETE
– Si, y por favor no se olvide la cucarda.

OCHO (Taconeando)
– ¡Cómo usted ordene señor!

Sale dando saltos de rana.
Siete lo sigue gesticulando órdenes incomprensibles.
Queda la luz sobre el rostro de Seis.


Entran Uno, Dos y Tres caminando en cuatro patas.

UNO
– ¿Vamos bien?

TRES
– A mí me parece que nos perdimos.

DOS
– ¡Cállense!

Uno y Tres se miran desconcertados.

DOS
– Escuchen...

Comienza a escucharse el relato de un partido de fútbol.

TRES
– Es por allá. (Señala)

UNO
– ¿Estás seguro?

DOS
–Vamos

Salen de escena.


Entran Cuatro y Nueve. Se sientan a la mesa ignorando a Seis.
Música árabe. Se acerca una mesera con dos copas y una botella de wisky. Al fondo dos odaliscas bailando.

CUATRO
– Creo que todo fue un malentendido.

NUEVE
– ¡Por supuesto, muchacho!.

CUATRO
– Espero que no queden rencores...

NUEVE
– Pero, muchacho, olvídese del pasado. El futuro es nuestro.

CUATRO (pomposamente)
– Las ideologías han muerto. Es el fin de la historia.

NUEVE
– Brindo por eso.

Levantan sus vasos riendo a carcajadas, al tiempo que las odaliscas envuelven con sus velos a Seis y lo sacan de escena.

Sube el volúmen de la música, la mesera los invita a bailar. Los tres bailan con sus vasos en la mano y revoleando billetes.

APAGON.


Entran Uno, Dos y Tres caminando en cuatro patas.

UNO
– Acá no hay nadie.

TRES
– Me parece que nos fuimos a la mierda.

DOS
– No sean boludos, vamos bien. Estoy seguro.

UNO
– ¿No pasamos ya por acá?

TRES
– No estaremos dando vueltas en círculo... ¿No?

DOS
– Escuchen...

Comienza a escucharse un rumor de multitud in crescendo.

TRES
– Es por allá. (Señala)

UNO
– No, por allá. (Señala hacia el otro lado)

DOS
– ¡Síganme!

UNO Y TRES (casi a dúo)
– ¿Por dónde?

DOS
– Ustedes síganme...

Los tres se apuran. Salen de escena y vuelven a entrar corriendo, siempre en cuatro patas.

UNO
– ¡Cuidado!

DOS
– ¡Corran, Corran!

TRES
– Nooooo....

El murmullo crece hasta el estruendo, tapando los gritos.


APAGON Y FINAL.



Buenos Aires, 1999.
© Dante Schettini.

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